¿Y si todos escucháramos a Jeff Buckley?


¿Y SI TODOS ESCUCHÁRAMOS A JEFF BUCKLEY?

1994, año de Cobain volándose los sesos anticipando la decadencia del grunge para dar paso al brit-pop del otro lado del Atlántico con Oasis y Blur como mayores exponentes. 1994 de insurreción zapatista, de Nelson Mandela, de genocidio en Ruanda. 1994 de Woodstock, del Downward Spiral de NIN, del Dummy de Portishead y del Vauxhall and I de Morrissey. 

1994: 20 años del Grace de Jeff Buckley y 17 años sin su creador. 

Su impresionante rango vocal, la originalidad en su estilo, los tonos, la emoción, la sensibilidad y la crudeza de sus temas, sitúan a Buckley como uno de los vocalistas y guitarristas más inventivos e interesantes de la historia. ‘El que trate de cantar los temas de Jeff Buckley en vivo, no puede aspirar más que a hacer el ridículo’, ha comentado Gary Lucas, ex colaborador y co- autor de “Mojo Pin” y “Grace”.

Hay artistas -la mayoría- que nos remontan inmediatamente al sonido de alguien más, a las huellas que dejó otro. Hay otros que se empapan del legado de varios para dar forma a un proyecto o sonido más original en el que disfrazan acertadamente sus influencias y hay una escasa, casi nula minoría de artistas donde se encuentra Jeff Buckley que succionan todo lo que ven, escuchan y viven para generar algo totalmente nuevo, algo que nunca se había escuchado, un disco que rompe con los esquemas, un sonido donde no hay un espejo de comparación más allá que en el del artista mismo.

De Nusrat Ali Fateh Ali Khan, Nina Simone Billie Holiday a Led Zeppelin, The Velvet Underground y MC5, pasando por Dylan, The Smiths, Elton Jon y Leonard Cohen. Del soul, jazz y el folk, al hard-rock, blues y el punk en su esencia de libertad más pura para crear un sonido que nos remonta únicamente a…Jeff Buckley.

‘My main musical influences are love, anger, depression, joy and dreams and Zeppelin’ (Jeff Buckley)

Su debut y único álbum de estudio terminado, es uno de los más arriesgados, originales e introspectivos de todos los tiempos. Después de 20 años, Grace se sigue escuchando como una colección de temas que bien pudo haber sido grabada en 1967, 1976, en 1994 o ayer. Suena vigente y su mensaje desborda honestidad y sensibilidad al abordar temas sobre el dolor, la muerte, el amor y la depresión desde una visión artística con mayor intelecto y un exceso de talento que ofende.

Jeff Buckley seguiría con la trágica maldición que atacó a su padre, el gran Tim Buckley, al morir muy joven y tres años después de Grace. Atrás dejó un legado brillante que exige una revisión y revaloración y que abarca una infinidad de grabaciones en vivo, una decena de covers, Grace, lados B, rarezas y outtakes. 

No tuvo la exposición de Cobain; los dos no querían ni buscaban ser famosos; los dos eran individuos brutalmente sensibles. El mensaje del inadaptado de Aberdeen fue ofrecer un despertar generacional  y el de Buckley, fue adentrarse en el dolor y lo rasgos más humanos para  elevar la música a un estado de contemplación y belleza al acompañarse de sus brillantes letras extraídas de su libro de poemas, su irrepetible estilo vocal y su visión original de qué hacer con las seis cuerdas.

¿Es Jeff Buckley el músico más brillante de los 90s?,  ¿y si todos escucháramos a Jeff Buckley?, ¿y sí todos escucháramos “Dream Brother”?, ¿y si Jeff Buckley siguiera vivo? 

Alejandro-

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