RESEÑA: Morrissey @Manchester Arena, Manchester

Una tarde lluviosa con soldout de 21,000 personas en el Manchester Arena como parte de su único concierto en Inglaterra durante la gira y el regreso de Morrissey a su tierra natal después de 3 años. Una de las noches más especiales del tour donde un cambio o extensión del setlist, se veía obligado por la fanaticada mancuniana, pero como es costumbre, el ex vocalista de The Smiths no ofreció complacencias y se apegó a lo que ha ido mostrando durante toda la gira. No hubo sorpresas o setlists de ensueño; Morrissey deleitó únicamente por 90 minutos, dejando a varios con un sabor amargo al salir del recinto histórico. Pero ir a un concierto de Morrissey nunca ha sido un karaoke personalizado.

Salió al escenario puntual, sonriente y en camisa que después destruiría y arrojaría a los más fieles durante “Let Me Kiss You” en una especie de comunión con su público; un fenómeno que ocurre desde 1983. Iniciando con un tributo a “Horses” de Patti Smith, con Oscar Wilde (su mayor influencia) de fondo, con la bandera de Israel en el bombo de la batería como muestra de agradecimiento tras recibir las llaves de la ciudad en Tel-­Aviv semanas atrás. Con Boz Boorer (el segundo al mando y uno de sus más grandes colaboradores) vestido como drag queen y con el resto de la banda portando una playera con la leyenda “We Hate William and Kate” como un statement político permanente del crooner en contra de la realeza inglesa.

Morrissey, un sonido más pesado y oscuro

Morrissey de 53 años, ahora con un sonido más pesado y oscuro que con alineaciones anteriores, suena más potente que nunca y sus versiones, así como el discurso introspectivo de sus letras permanece relevante, original y más presente que hace 30 años. Con esa voz de crooner que ha envejecido con grandeza, poder disfrutar de “Last Night I Dreamt That Somebody Love Me”, “Speedway”, “How Soon Is Now?”, “Everyday Is Like Sunday” o “Still Ill” sigue siendo un privilegio. El anti-­rockstar más importante y ambiguo de la música popular que se ha alejado de todo estereotipo musical, lo ha hecho bien una vez más.

Morrissey, ermitaño de la industria musical

Sin tener contrato discográfico, presencia casi nula en los medios, ausencia de manager y un nuevo disco sobre la mesa, paradójicamente, este tour permanece como el más exitoso de su carrera. Con más de 120 conciertos en 3 continentes y soldouts que van desde Indonesia hasta Argentina, Morrissey vuelve a comprobar que sus formulas no se apegan a lo establecido por la industria o los medios.

Para muchos, Morrissey permanece como una versión aumentada de Holden Caulfied que tiene la habilidad de transmitir sentimientos tan personales que se convierten en nuestros. Un outsider de la música, un independiente, un original, un mito y un enigma alejado de los reflectores de la fama, los excesos y la falsedad. Nada se sabe de su vida privada, donde vive, que hace con su tiempo libre. Sólo esperamos disfrutar nuevamente a la leyenda de Manchester con esa mezcla de influencias que va desde los New York Dolls, The Ramones y T. Rex hasta James Dean, Oscar Wilde y Pier Paolo Pasolini.